El mundo no es lo que me enseñaste, y de nada sirvió aquello que estabas tan empeñada en que aprendiera y yo tantas veces suspendía.

La escuela vive en un mundo paralelo, alejada de la realidad, sin compartir características, inquietudes, preocupaciones, necesidades ni intereses con la sociedad, mostrándose, además, incapaz de ser quien ilumine o guíe el futuro de esta.

Tu escuela no es para la vida, sino paralela a ella. No sé de qué te extrañas, tú abres y cierras todos los días aquella puerta unida a un muro que separa los dos mundos. Ese muro con doble valla donde me saluda o se despide de mí cada día mi familia y donde se disuelve o comienza la fila, un muro a partir del cual ya no se puede correr, finalizan nuestras importantes conversaciones y guardamos nuestros juguetes, secretos y sentimientos.

Lo sabes, el mundo de fuera y el de dentro son independientes. Tú no eres la misma, nosotros tampoco, la realidad menos aún… nos has mentido.

Sergio Carneros

Email 5. «Emails a una Maestra»